domingo, 1 de junio de 2014

Descubriendo Quito, maravilla colonial




Aquel día,  de buena hora, ya estábamos desayunando en el gran comedor acristalado, junto a la piscina del hotel Marriott . A las nueve,  todos en marcha. ¡ Quito nos esperaba !

Plano general de Quito. Editorial Planeta De Agostini


El plano de la capital ecuatoriana tiene forma alargada. Quito se ubica sobre un valle longitudinal , en cuyo centro están las casas antiguas del barrio colonial, y por los costados, a pie de montaña, se han construido las bloques altos, pero muy elegantes, donde habita la gente adinerada. 

A la sombra del Pichincha


Quito, con 2.800 metros de altura media, es la ciudad capital más alta del mundo, superando a Sucre, capital constitucional de Bolivia, en más de 100 ms del altitud.  Está protegida  por las cumbres andinas, rodeada de  tierras muy fértiles y disfruta de una perpetua primavera. Está situada como una serpiente a lo largo de los valles de la cordillera andina, en dirección norte sur y bajo la sombra ora protectora ora  amenazante del  volcán Pichincha de 4.794 ms.

Precisamente en este valle, a pie del volcán, y a 3.000 ms. de altura,  tuvo lugar la decisiva Batalla de Pichincha,  entre las fuerzas independentistas, comandadas por  el General Sucre,  y el ejército realista al mando del General Aymerich. La victoria del primero marcó el comienzo de la independencia la Gran Colombia y eventualmente de la República de Ecuador. Era un 24 de mayo de  1822.

El volcán  Pichincha tiene una larga historia de erupciones,  desde hace al menos 500 años aproximadamente. Las más fuertes tuvieron lugar en los siglos XVI y XVII,  y tras dos centurias de tranquilidad, en marzo de 1859 una nueva erupción estuvo a punto de destruir la ciudad. En 1999 tuvo lugar su última emisión hasta ahora,  cubriendo de polvo de cenizas toda la capital. Por fortuna el fenómeno no fue a más.  

Erupción del Volcan Pichincha el 7 de Octubre de 1999. Foto www.icem-freinet.net


Conociendo los datos anteriores, podemos entender que la preocupación para un visitante de Quito, no es precisamente el dormir a la sombra de un volcán, sino más bien aclimatarse a la altitud.  Son bien conocidos los remedios para este “ mal de altura “: aspirinas y analgésicos, beber abundante agua, comer poco, dormir todo lo posible.....  Pero sobre todo aclimatarse, tomarse el viaje, las visitas y los desplazamientos con calma, sin prisas.

El Panecillo y la Virgen de Quito


Aunque el naturalista alemán Alejandro de Humboldt subió al Pichincha en 1802 para disfrutar de la espléndida vista desde su cima,  y hoy un teleférico sube hasta una cierta altura del volcán, el mejor panorama de Quito se aprecia desde la colina de El Panecillo, que se levanta en pleno centro de la capital.  Sobre su cima se alza una enorme escultura: es  la "Virgen de Quito" o  Virgen del Panecillo “,  obra del español Agustín de la Herrán, inspirada en una pieza barroca de la Inmaculada Concepción, de la famosa escuela quiteña de arte,  del siglo XVII. Con 30 metros de altura, está compuesta por más de 7.000 piezas de aluminio que fueron traídas desde Madrid y ensambladas "in situ". El monumento fue inaugurado en 1975. La figura es visible desde muchos lugares y es visita habitual para los turistas con tiempo, que no era nuestro caso. 

Quito en el siglo XIX, bajo la colina del Panecillo. Oleo de Rafael Salas. Banco Central de Ecuador

A los pies de El Panecillo se abre el Centro Histórico, que ha sido sometido a un excelente plan de restauración. Esta obra maestra de la arquitectura colonial española es un soberbio Patrimonio de la Humanidad desde 1978,  por cierto el primero instituido por la Unesco, junto con la ciudad de Cracovia en Polonia. Considerado uno de los más importantes conjuntos históricos de América Latina, tiene alrededor de 130 edificaciones monumentales y cinco mil inmuebles registrados en el inventario municipal de bienes patrimoniales.

Mucho más próxima al centro urbano moderno se levanta  la enorme  Basílica del Voto Nacional, fruto de la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón; fue  terminada en 1890 por deseo del presidente García Moreno, que está enterrado en ella.  Se trata de un templo  de estructura  neogótica,  muy original, inspirado en los estilos de  la Catedral de Burgos y de Nôtre Dame de Paris, a partes iguales. Sus torres dominan la perspectiva urbana quiteña. Está considerada como la iglesia neogótica más grande de América.  


Foto:  https://www.flickr.com/people/recondoontheroad/
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Un poco de historia


La capital del Ecuador tiene un pasado histórico que muy pocas ciudades americanas pueden igualar. Durante el siglo XIII fue el próspero centro del Reino de los Quitus. Más tarde se convirtió en la capital norteña del Tahuantinsuyo, el  Imperio Inca. Sebastián de Benalcázar fundó la ciudad nueva, sobre las ruinas de la anterior, con el nombre de San Francisco de Quito, en 1534. Durante los Siglos XVI y XVII, los arquitectos de la Colonia construyeron formidables templos, monasterios y mansiones, creando una joya urbana que como ya hemos mencionado, ha sido reconocida por la UNESCO. En esos siglos pasó a depender  del Virreinato del Perú, luego de la Capitanía de Nueva Granada, y tras la independencia, de la Federación de la Gran Colombia creada por Simón Bolívar.


En tiempos Quito fue conocida como " la Florencia de Sudamérica ", cuando en el siglo XVI los franciscanos crearon la Escuela Quiteña  para enseñar arte a los nativos. Esta dorada creatividad artística  espera al visitante en las mejores iglesias de la ciudad,  que conforman el cogollo del centro histórico. Ejemplo de ello son San Francisco,  Santo Domingo y sobre todo la iglesia de la Compañía, por citar los tres templos más impresionantes de Quito. Cada uno de ellos se corresponde con una de las tres órdenes religiosas más poderosas de su época: franciscanos, dominicos y jesuitas. Entre los noventa templos de la ciudad,  hay unos cuantos más de gran valor, pero los tres citados son auténticas joyas por sí mismos.

Sebastián de Benalcázar, conquistador y lugarteniente de Pizarro, fundador de  Quito, da nombre a la arteria central de la ciudad, paralela a las calles Garcia Moreno y Venezuela. Este triple eje vial cruza el centro colonial de la ciudad, desde la Basílica del Voto Nacional hasta los pies de la colina de El Panecillo. 

La Plaza Grande, corazón de la ciudad colonial


En el centro queda la Plaza Grande, también conocida como de la Independencia, que está presidida, en el flanco sur,  por la Catedral. El templo principal estaba cerrado durante nuestra visita, lo que nos privó de poder admirar la colección de obras de arte de la Escuela Quiteña que atesora. En el entorno de la Catedral, en la misma plaza, hay otros  varios edificios de la etapa colonial. Uno de ellos es el Palacio  de  Carondelet, sede del Gobierno y de  la Presidencia de la República,   que ocupa todo el flanco oeste. Luce una amplia columnata en su fachada principal, con una gran galería frontal porticada. La puerta  principal está custodiada por sendos guardias en traje de gala, erguidos sobre un pódium. El interior  presenta una escalinata entre dos patios ajardinados. Este palacio era sede de los Gobernadores durante el período colonial español y de la Real Audiencia de Quito,  desde el siglo XVIII y hasta la independencia.  

Palacio de Carondelet. Al fondo la torre de la Catedral. Foto proyectoclubesdelacomunicacion.blogspot.com


En el lado norte de la plaza, el más cercano al Palacio de  Carondelet, se sitúa el precioso Palacio Hidalgo, de estilo colonial de cuatro plantas,  hoy convertido en el lujoso  Hotel Plaza Grande. A su lado hay tres edificios colindantes que, vistos de frente, son la casa de la Alcaldía, el palacio de la Curia Metropolitana  y el palacio Arzobispal.  Los dos primeros, de mutuo acuerdo, utilizan desde 1998, los dos patios interiores de sendas casas, como el  Centro Comercial Pasaje Arzobispal; muy curioso por su estructura colonial  y su ubicación en pleno centro histórico.  Frente a ellos, como queda dicho, está la Catedral.  El último lado de esta plaza tuvo construcciones coloniales que,  por desgracia, fueron derribadas en 1970, para levantar un  inmueble " funcional",  insípido, que alberga  oficinas municipales.   

Plaza Grande.  Izda. Hotel Plaza Grande. Dcha. la Catedral. Foto Angel M. Felicísimo. Wikipedia.
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En el centro de la plaza se alza el majestuoso Monumento a la Independencia, dedicado a los Héroes del 10 de Agosto de 1809.  En esta fecha tuvo lugar  en Quito la rebelión conocida como  el Primer Grito de Independencia Hispanoamericano,  que  fue el inicio del proceso de emancipación de la región. A los gestores de este hecho se les conoce como los patriotas del 10 de agosto.  El monumento, realizado en Italia, fue inaugurado el 10 de  Agosto de 1906, con motivo del centenario. Al estilo de la columnas romanas conmemorativas, levantada sobre base octogonal, cuenta en su zócalo con excelentes grupos escultóricos y está rematada por la diosa Libertas. Unos jardines de sabor  francés adornan el centro de  la plaza Grande y completan este lugar de uso ciudadano, siempre repleto de gente. 

La Iglesia de la Compañía 

 

 


Salimos de la plaza por la fachada principal de la Catedral; es la famosa calle Garcia Moreno, a la que se asoma La Compañía. Con esta sola apelación ya sabemos que nos encontramos ante la famosa  iglesia de los Jesuitas en Quito. Junto a  la verja de entrada al templo, una preciosa india quiteña ofrece a los turistas unos bonitos pañuelos. No nos podemos resistir a fotografiarla, por su belleza y su colorido vestido; está acompañada por dos niños, un chiquitín a su espalda y una pequeña de más edad que le ayuda a vender. 


Entramos en la iglesia de la Compañía. Tiene fama de ser  el mejor templo jesuítico del mundo y la cumbre del barroco americano. Con una fachada de piedra volcánica, magníficamente esculpida, el interior, con techumbre de alfarje  de estilo mudéjar, está totalmente cubierto con panes de oro. La impresión que el visitante recibe es de asombro y magnificencia. Toda una obra maestra en su conjunto. El complejo además constituye la sede oficial de los Jesuitas en Ecuador, alberga el Colegio Máximo de Noviciado de la orden, y en el pasado también cobijó entre sus paredes al Colegio San Gabriel y a la Universidad San Gregorio, hoy Universidad Central del Ecuador.

San Francisco, joya de la arquitectura colonial 

 

Foto  http://static.panoramio.com


Siguiendo por la calle Sucre, se alcanza una gran plaza, cuyo lado oeste está presidido por un amplio edificio, con un templo de bella fachada barroca  y blancas torres sobre su portal frontal. Es la Plaza de San Francisco, que toma su nombre del  Convento e Iglesia del mismo nombre,  de la orden franciscana,  cuyo exterior es más sobrio pero bastante similar a su templo homónimo de Lima. Ver en este mismo blog la referencia a este extraordinario templo limeño.  

Este convento fue el centro de arte de la famosa Escuela Quiteña, creada por los franciscanos.  San Francisco es, además, una joya de la arquitectura continental por su amalgama de diferentes estilos, armoniosamente combinados a lo largo de sus más de 150 años de construcción. Por sus dimensiones e interés se le ha llamado "El Escorial de América". La iglesia tiene un interior muy amplio; es el mayor templo de Quito y cuenta además con  un gran Museo, de más de 4.000 objetos de arte. Su gran retablo barroco es todo de madera dorada.



En el lado sur de esta plaza se levanta el Hotel Casa Gangotena, gran mansión histórica convertida en lujoso hotel-boutique. Está considerado uno de los mejores hoteles del país y bien merece una visita a su espléndido interior. La gran plaza de San Francisco es centro de diversas actividades, desde mercado de artesanía dominical hasta  escenario de conciertos.

Iglesia y Convento de Santo Domingo

 

Foto: http://es.exploringsouthamerica.com


Desde aquí  descendemos por la calle Bolívar hasta alcanzar la Plaza de Santo Domingo.  Es un lugar con mucho ambiente, presidido por la Iglesia del mismo nombre, otra joya del Quito virreinal, que comprende además el Convento de la orden de dominicos. El templo es obra de Francisco Becerra de finales del siglo XVI.  El interior es también de gran riqueza, donde sobresale la magnífica Capilla de la Virgen del Rosario, la joya del conjunto. En el Claustro de dos alturas, se exhibe un rico museo de arte colonial quiteño. Nuestro grupo tuvo la oportunidad de asistir  esa misma noche a un breve concierto vocal  y a una cena en el refectorio conventual, con visita previa a los tesoros museísticos, que realizamos acompañados por el Padre Prior . Este fue sin duda, el broche de oro de nuestro descubrimiento de Quito .

Capilla del Rosario. Iglesia de Santo Domingo. Foto: http://www.clave.com.ec


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