martes, 14 de abril de 2015

Badajoz, la perla del Guadiana




Plaza de España de Badajoz. A la izquierda el Ayuntamiento, a la derecha la Catedral. Foto Wikimedia


Extremadura es probablemente, la gran desconocida de las regiones españolas, quizás por aquello de su proximidad a  la “ raya de Portugal “ y su ubicación a desmano de las grandes rutas turísticas. La provincia de Badajoz, la más meridional de las dos, es la mayor de España por superficie, más de 21.000 km2.  Hermosa en paisajes  tanto como rica en gandería y agricultura. Debo de confesar que Badajoz capital,  una de las tres principales ciudades extremeñas, junto con Cáceres y Mérida,  era la única capital provincial española que aún no conocía. Y esto era algo que me dispuse a  subsanar de inmediato.

Coincidía precisamente con la celebración, el pasado mes de marzo,  de un Congreso Nacional que comenzaba en Mérida un jueves  y al que habíamos prometido nuestra asistencia. Durante tres días íbamos a tener la oportunidad de visitar desde allí, recién iniciada la primavera,  el sur de Extremadura. La ocasión era magnifica  y por eso, el domingo anterior, tomamos la Autovía de la Plata camino de Salamanca y Badajoz para conocer antes esta capital y la Vega del Guadiana. 




 El río Guadiana y el mar dulce interior


El río Guadaina entre Extremadura y Portugal. Foto Wikimedia


El Guadiana ha sido siempre el río más olvidado de la Península Ibérica. Posiblemente porque su gran hermano el Guadalquivir,  se hizo con la fama, el arte y.... con Sevilla. Pero hoy toca conocer el Guadiana, por cierto, el gran río de Extremadura.



Embalse de Orellana. Foto http://www.deviajeporextremadura.net


En 1952 arrancaba el Plan Badajoz,  un ambicioso proyecto de construcción de presas y lagos artificiales,   que habrían de convertir a estas tierras feraces pero  secularmente sedientas, en un mar dulce de embalses y regadíos. Ya los romanos habían encauzado las aguas extremeñas y dejaron notables embalses y presas, como la de Proserpina, a solo 6 Km de Mérida, Emérita Augusta,  y la más antigua de Europa.  De allí partía el acueducto de los Milagros, aun en pie,  que encaminaba las aguas de la presa hacia la histórica capital de la Lusitania.



El paisaje de la Dehesa extremeña

 

Dehesa extremeña con toros de lidia. Foto Wikimedia


A partir de Salamanca el paisaje se va convirtiendo en Dehesa,  y de vez en cuanto asoman desde el suelo algunos berrocales graníticos.  Tras cruzar la sierra de Béjar,  y dejar atrás la villa monumental del mismo nombre,  y la de Hervás,  con su famosa judería, la ruta de la Plata  nos lleva directamente a la histórica Cáceres, ya en Extremadura. Desde allí,  unos 90 km de una carretera simple pero espectacular,  nos va a permitir adentrarnos en  el paisaje de la rica  Dehesa extremeña y nos acerca hasta Badajoz.

Estamos en pleno bosque mediterráneo extremeño,  donde crecen abundantes  los  alcornocales, los bosques de alcornoques que producen el corcho y las encinas,  que con sus bellotas alimentan al porcino ibérico, el mejor del mundo,  de piel en tonos oscuros y carne exquisita enhebrada de ricas grasas. Este bosque–dehesa es por tanto, una explotación  agrícola,  forestal y ganadera, donde abunda la caza, tanto mayor como menor.


Piara de cerdo ibérico pastando en la dehesa. Foto Wikimedia

Badajoz del Guadiana

 

Al fin llegamos a Badajoz   ( 150.000 hbts ), capital de la provincia del mismo nombre,  que es la ciudad más poblada de Extremadura y también su  principal centro comercial y financiero,  pero que al tiempo, rezuma arte e historia. Y ubicada en la misma linde fronteriza con el país hermano.



La Alcazaba 

 

La Alcazaba

La entrada más habitual a la ciudad  es desde el oeste y - antes de cruzar uno de sus puentes sobre el Guadiana -  sobresale sobre el cerro de la Muela, el perfil  amurallado de la antigua Alcazaba almohade, hoy engullida por la expansión de la ciudad y casi convertida en un parque urbano de agradable paseo. Destacan sobre el conjunto una serie de torres vigía que salpican el contorno de la fortificación. Sobresale airosa la Torre de Espantaperros, precedente arquitectónico de la Torre del Oro de Sevilla.
  

Palacio de los Duques de Feria, sede del actual Museo Arqueológico. Foto Wikimedia


Dentro del recinto se ubica el Museo Arqueológico, albergado en el antiguo palacio renacentista de los Duques Feria o de la Roca. Se accede a la antigua fortaleza  por la Puerta – en recodo - del Capitel, desde la Plaza de San José. Hay un bonito Paseo de Ronda que une varias torres del recinto amurallado.

Una interesante ruta urbana

 

Geografía de España. Tomo 7, pp 81.Editorial Planeta. Año 1991.

 

Pero hasta llegar allí,  hay un interesante recorrido urbano que realizar. Para ello contamos con un magnífico plano así como diversos  folletos de gran calidad de información y de precisas ubicaciones del patrimonio, que nos han proporcionado en la Oficina de Turismo, en la calle de San Juan, detrás del edificio municipal.


Nuestro hotel, un confortable 4 estrellas,  estaba situado junto a la autovía,   en la ruta hacia Portugal, apenas a 1 km de la raya fronteriza. Para llegar al centro cruzábamos  la moderna zona de expansión  urbana, sobre la orilla derecha del Guadiana. Allí se encuentran, además, instituciones como el campus pacense de la Universidad de Extremadura, el Hospital General,   tres grandes hoteles y un Casino. También varios centros comerciales, sin duda asiduamente  frecuentados  por  los vecinos portugueses.

  
Puerta de Palmas. Siglo XVI. Entrada principal de la antigua muralla. Foto Wikimedia


El Puente de Palmas del s. XV,  es hoy peatonal y termina en la Puerta de Palmas,  antigua puerta principal del  recinto amurallado y que es la entrada natural hacia el casco histórico. Pasada esta puerta,  la calle Prim y la Juan Carlos I - llena de buenos comercios -  llevan hasta la Plaza de San Atón, presidida por una bella estatua  de Manuel Godoy, famoso pacense y donde están el hospital y el Teatro López de Ayala.


La Catedral, esa gran desconocida


Plaza de España. En primer plano la Catedral. Al fondo el Ayuntamiento. Foto Turespaña

 

Hacia la izquierda, subiendo por la calle Obispo, nos espera la Plaza de España con el Ayuntamiento  y la Catedral de San Juan Bautista. Recomendamos especialmente la visita de esta Seo, diferente a cuantas hemos visto. Construida por mandato del rey  Alfonso X el Sabio en el s. XIII, tiene un aspecto exterior de fortaleza, con una gran influencia  del estilo alentejano portugués, en los conjuntos de almenas  y en las preciosas ventanas de la torre. El interior es gótico con planta basilical de tres naves y capillas laterales.


Varias cosas llaman poderosamente la atención en esta catedral. Lo primero la Rejería que es magnífica, de color natural y de estilo portugués, diferente a cualquier otra iglesia española. El Altar Mayor con un Retablo exento,   barroco majestuoso de 1717, presidido por San Juan Bautista,  patrono catedralicio. El Coro de madera de nogal americano, con 49 sillas – en dos pisos-  todas separadas por columnillas completas, es una joya plateresca del siglo XVI, obra de Jerónimo de Valencia, discípulo de Berruguete. 



Interior. Rejería y Altar Mayor. Foto JGP



El Coro, joya plateresca del siglo XVI. Foto JGP


Los Órganos, dentro del coro, son tres. El central,  barroco del s. XVIII, se usa para conciertos sacros; los dos laterales son anteriores,  renacentistas,  y uno de ellos carece de tubos; es tradición que los invasores napoleónicos los usaron para fabricar  munición .  Por último llama la atención  una enorme Lámpara votiva de 3.750 kilos de peso y 102 brazos, suspendida en el crucero, frente al altar mayor. Es del año 1878 y llegó de Madrid.  

No menos importante es la Colección de Tapices  Flamencos,  del s. XVI,  en tonos verdes con escenas galantes y cortesanas. Colgados de las paredes de las naves, constituyen una joya del arte renacentista.

Lauda sepulcral. Claustro. Foto JGP


Y sin olvidarnos de  la visita al Museo Catedralicio. Las siete salas que lo conforman son una joya en sí mismas, con excelentes muestras de platería, marfiles y cuadros de diversas épocas y autores. Abundan obviamente las obras del pintor pacense de adopción, Luis de Morales el Divino,  del s. XVI . La visita del  museo termina con  el magnífico Claustro gótico, del año 1500. Allí destaca la lauda sepulcral de Lorenzo Suárez de Figueroa y su mujer, Isabel de Aguilar, hecha en Venecia hacia 1503 y única en su género en Europa.

 De la Plaza de España a la Plaza Alta

 
Edificio Municipal y monumento al pintor Luis de Morales el Divino. Foto JGP


Varias casas modernistas de excelente factura  adornan esta Plaza de España  donde está el monumento, estatua sedente, de  Luis de Morales el Divino ( 1510-1586 ). 

Ahora subiendo por la calle de San Juan, terminaremos en la sorprendente  Plaza Alta. Es un espacio rectangular casi totalmente porticado,  en el estilo de las plazas mayores castellanas,  de origen  renacentista, levantado sobre antiguas casas árabes y el primitivo zoco, adosados a la alcazabas. El conjunto ha sido restaurada en diferentes épocas. Su original belleza se realza con espectáculos vespertinos de  “luz y sonido”,  en determinadas fechas 


La Plaza Alta, porticada. A la izquierda la Torre de Espantaperros. Foto: abolutbadajo
 

Descendemos por la calle de  San Pedro y enseguida encontramos la Casa Natal de Luis de Morales, convertida hoy en  un magnifico Museo de Historia de la Ciudad, cuya visita recomendamos vivamente.

 

La Plaza de la Soledad  


Nuestro recorrido urbano prosigue hasta la Plaza de la Soledad con varios puntos de interés. Lo primero la Ermita de La Soledad, una coqueta y original iglesia urbana, construcción del siglo XX,  que alberga la efigie de la Virgen de la Soledad, de factura napolitana del siglo XVII,  patrona de la ciudad. Enfrente el edificio de los antiguos almacenes La Giralda,  una bellísima construcción  de estilo regionalista,  muy bien conservada,  con su imitación de la popular torre sevillana. 



Edificio "La Giralda". Estilo regionalista.

Y al lado el Museo de Bellas Artes,  con magníficos fondos,  que no pudimos visitar por encontrarse en remodelación.  Por último, en la misma plaza, se levanta el monumento al famoso cantaor  flamenco " Porrina de Badajoz”,   junto al Conservatorio. 


Baluartes, jardines, museos

Hasta el año 1860, Badajoz,  tuvo una función eminentemente militar, dada su ubicación de  ciudad fronteriza,  y se hallaba encerrada dentro de un sólido perímetro defensivo de  tipo Vauban. En el exterior de ese perímetro aún se aprecian los baluartes  -  son seis y todos con nombres de santos -  que han sobrevivido a los tiempos; en uno de ellos se ha levantado el Palacio de Congresos. Por cierto hay una Ruta de los Baluartes; otra de Jardines, otra de Museos…..Nos quedó mucho por ver y visitar en Badajoz, una ciudad limpia, organizada,  cuidada y  con muy  buena gastronomía,  que nos impresionó muy positivamente. Seguro que volveremos ¡¡¡



 

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