domingo, 19 de julio de 2015

Rusia.- Un crucero por el Volga de San Petersburgo a Moscú

 
Iglesias y Campanario. Isla de Kizhi. Lago Onega. Foto wikimedia commons Mathias Kabel


INTRODUCCIÓN


Recientemente he tenido ocasión de realizar un Crucero por el río Volga, con salida desde San Petersburgo y llegada a Moscú. La navegación entre ambas ciudades, a lo largo de cinco intensos días, a través de ríos, lagos, canales y esclusas, transcurre por paisajes amplios, luminosos, inolvidables, en las largas tardes del verano septentrional. Permite además conocer  pequeñas ciudades ribereñas, llenas de arte e historia,  islas y monasterios, que rezuman el alma auténtica de la cultura rusa. Este crucero está comercializado en España por la mayorista Panavisión Tours.

A  bordo del MS Mstislav Rostropovich


MS Mstislav Rostropovich. Foto crucerosfluviales.es


Nuestro barco se llamaba  MS Mstislav Rostropovich, en homenaje al gran violonchelista ruso. La nave, clasificada como de 5 anclas o estrellas, tiene capacidad para 212 pasajeros. Dispone de 4 cubiertas. Fue construida en la República Checa en 1980 y ha sido totalmente renovada en 2011. La mayoría de las cabinas cuentan con balcón y tienen una superficie media de entre 12 y 16 metros cuadrados.

Dispone también de varias suites en las cubiertas superiores y una suite imperial con terraza, en el puente superior de 30 metros cuadrados. A bordo del barco  hay dos bares, uno de ellos panorámico y con terraza, dos restaurantes, un  coffe- station, sala de conferencias/cine, una terraza superior solarium con tumbonas, gimnasio , salón de juegos, tienda de souvenirs, enfermería , cuarto de plancha, peluquería y servicio de fotógrafo.. Y algo fundamental, es uno de los pocos barcos en esta ruta que dispone de ascensor uniendo las 4 cubiertas. Un alivio para una parte del pasaje que rondaba  la tercera edad.   La Recepción, en el centro del barco, se halla en un área circular, abierta en altura,  es agradable y funcional, con una baranda redonda y escalera de acceso a los puentes superiores.


Foto russian.com.mx
.   
A nuestra llegada al puerto fluvial de San Petersburgo, a unos 15 km de la ciudad, un servicio de maleteros se hace cargo de nuestro equipaje  y pasamos directamente al salón inferior de popa, donde nos  dan la bienvenida con la ceremonia de  “ el pan y la sal”. Allí vamos  conociendo  al  resto del grupo español: somos 17, en total,  con dos guías rusas a nuestro servicio.  Hay 5 grupos más : franceses, ingleses, alemanes, algunos rusos y un numeroso grupo de turcos. Nos reparten las llaves del camarote y  también las tarjetas personales que sirven tanto para pagar cualquier extra o servicio a bordo, como para salir del barco.  

El camarote, en la cubierta 3,  era espacioso, sobre unos 16 metros cuadrados, y balcón con  mesita y dos butacas tipo jardín.  El aseo, con ducha, es más que suficiente.  El restaurante  “ Symphony “ , situado en  la segunda planta a popa,  tiene un solo turno de cena con mesas asignadas; los españoles estamos repartidos en tres mesas contiguas. El desayuno y la comida, ambos de buffet,  son de  libre ubicación. La gastronomía a bordo es bastante  buena y variada. Cada noche podemos elegir el menú de la cena siguiente. El servicio es excelente; gente joven con ilusión de agradar y  de aprender otros idiomas.

La vida y las actividades a bordo



Nos despiertan cada mañana con música clásica. Y el desayuno, un buffet abundante y variado,   es un buen comienzo de cada jornada.  Por megafonía avisan en cada idioma de las actividades diarias, las excursiones, etc. Las actividades son diversas y todas giran en torno a la cultura rusa. Están repartidas en función de las excursiones y no resultan agobiantes.  Por ejemplo las clases del idioma ruso. Conocer el alfabeto cirílico no es cosa fácil, pero asequible con una pequeña práctica Otra actividad interesante es la historia de Rusia, en la que apenas se cita  la época soviética. Se habla muchos de los zares y especialmente la dinastía de los Romanov, que  crearon la Rusia imperial anterior a la revolución. Pedro I el Grande y Catalina II la Grande, eran unos europeos convencidos que viajaban por Francia, Inglaterra, Holanda, etc., y llenaron Rusia de museos, obras de arte y monumentos con los mejores arquitectos de la época. Este es sobre todo el reflejo que se vive en San Petersburgo, hoy magnifica y restaurada. 


Salón "River Melody". Foto regent-holidays.co.uk


Otras actividades son las  clases de baile y de canciones rusas; los cuentos infantiles; se aprende a conocer las diversas artesanías y a pintar muñecas de madera. Precisamente en la Isla de Mandrogui disfrutamos de todo tipo de artesanías y de los artesanos en pleno ejercicio de sus habilidades artísticas. Por eso me encantó esta excursión.
Hay también otras alternativas: subir a la cubierta superior , para disfrutar del paisaje y la brisa; ver cine  en el Conference Hall ó escuchar al pianista  Vladimir Pisarev, artista emérito de Rusia, que toca en el Salón Lounge River Melody, un agradable salón cafetería,  situado en proa,  con piezas de compositores rusos, principalmente Tchaikovski y otros clásicos del XIX, mientras degustabas el surtido de cocteles de cada  día y admirabas el paisaje.

Primera Singladura: de San Petersburgo a Mandrogui por el Lago Ladoga 


El barco emprendió la marcha sobre las 6 de la tarde a los acordes de música militar rusa. A las 7 fue nuestra primera cena y esa noche navegamos por el río Neva, cruzamos el sur del lago Ladoga y continuamos por el río Svir. Para el desayuno ya estábamos atracados en el primer destino : Mandrogui.

Lago Ladoga.

El impresionante Lago Ladoga está situado
al N.E. de San Petersburgo  y su costa  norte se halla en  la región de  Carelia, de cultura finlandesa. Tiene  17.700 kms2 y una profundidad  máxima de 225 metros , siendo  el mayor lago de Europa. Recibe aguas del río Svir, a su vez alimentado por el lago Onega.  El  Ladoga desagua por el río Neva que lleva su curso hasta el Mar Báltico, atravesando San Petersburgo.


Monasterio de la Transfiguración en Valaam. Lago Ladoga. Foto taringa.net


Al norte del Ladoga se halla el archipiélago de Valaam  donde está el Monasterio de la Transfiguración, uno de los principales santuarios de la fe ortodoxa. Fundado en el siglo X, fue reconstruido varias veces , siendo la ultima de 1887-1889. Tras la revolución rusa pasó a Finlandia y volvió a Rusia en 1940. Le afectó la II Guerra Mundial y no volvió a renacer hasta 1989. Lamentablemente nuestro crucero no visitaba esta maravilla.


LA ISLA DE MANDROGUI
   
Antes de entrar en el Lago Onega visitamos la isla de  Mándrogui  Era nuestra primera excursión y aquí hicimos  una escala de 4 horas. Verjnie Mándrogui es una aldea pintoresca, situa­da a orillas del río Svir, a medio camino entre los lagos Onega y Ládoga. Es uno de los lugares más hermosos de la región de San Petersburgo.  

Una construcción tradicional en la isla de Mándrogui. Foto EGE


"Mándrogui" en traducción del idioma vepsskiy (un pueblo báltico- fin­landés) significa "rápidos (del río)" ya que más arriba de la aldea, antes de la construcción de los embalses en el río Svir, hubo un  rápido muy fuerte. Por ello, la gente se veía obligada a arrastrar las lanchas para pasarlo. En 1942 Verjnie Mándrogui sufrió mucho con la invasión alemana. Pero en el año 1960 se empieza a restaurar  y se desarrolla como un pueblo de artesanos.

Ahora Mándrogui es un museo etnográfico al aire libre, con construcciones tradicionales en madera, originales de la región. Es también un importante centro de artesanía. Un lugar alejado del ruido, donde se puede descansar en cualquiera de sus hoteles, disfrutar de la naturaleza, degustar platos de la cocina  rusa y hasta fabricar algo al lado los artesanos locales. El embarcadero está al lado del camino central,  donde se sitúan las principales edificaciones de la isla.

Hay un mercado de recuerdos y una gran construcción abierta en madera, donde nos ofrecieron una agradable comida barbacoa ,  animada por un conjunto musical que interpretaba canciones populares del folklore ruso. Muy cerca está el Museo del Vodka, con una impresionante colección de botellas de ese licor tradicional,  que merece la pena visitar. Se ofrece una degustación de 3 tipos: vodka normal, otro dulce y otro picante. Y al salir un obsequio .. de vodka, claro.

Artesanía típica en la Isla de Mándrogui. Foto EGE

Dos talleres y tiendas de artesanías merecen la pena en este entorno. Me encantó la maestría de los artesanos/as, pintando, tejiendo, montando joyas, en alfarería , en porcelanas, tallando maderas , etc. Había varias fotos de Putin  visitando la isla y una librería donde pude hacerme con el mapa del  recorrido del crucero, que no había encontrado a bordo.

Durante la II Guerra, ya lo hemos dicho,  la isla ardió por completo y quedó vacía hasta  que se la convirtió en un centro de turismo, de reposo ( tiene dos hoteles ) y de cruceros.  Hoy viven allí 150 personas y otras 200 vienen diariamente a trabajar. 




Segunda Singladura: de Mandrogui a  la Isla de Kizhi por el Lago Onega.


A media tarde proseguimos la navegación. Por el río Svir llegamos al lago Onega donde enfilamos  por el canal central. Esto fue durante la noche. A la hora del desayuno  ya estábamos en nuestra segunda etapa

   

El lago Onega

El lago Onega tiene unos  9.559 kms2, casi la mitada que el Ladoga,  y  alcanza los 125 metros de profundidad máxima. Es también de origen glaciar y se formo por una “ morrena frontal “ . Se hiela siempre en invierno y sus costas son bajas. Recibe aguas del rió Svir y otras fuentes menores. Es una vía navegable muy utilizada,  unido al Ladoga por el rio Svir y al Mar Blanco por un Canal.


LA ISLA DE KIZHI

Esta pequeña isla del “pogost” de Kizhi – tiene 6 Km de largo por 1 de ancho -  es una de las 1650 ínsulas que se multiplican en el fondo norte del Lago Onega.
Fue antiguamente un lugar de descanso para los mercaderes que se dirigían hacia el mar Blanco y centro religioso en el que se levantaron sucesivos templos. En torno a los templos se instalaron, en época soviética, viviendas tradicionales traídas desde distintos puntos del país.

Desde la lejanía, llegando en barco,  se comienzan a vislumbrar las famosas cúpulas  de su gran iglesia. No son doradas ni de metal, sencillamente son de madera en tono gris y conforman una visión mágica.  En Kizhi   se  pueden admirar destacados  ejemplos de la antigua arquitectura rusa en madera, en un museo al aire libre  donde están reunidos magníficos monumentos  de las  distintas regiones de la repúbli­ca de Carelia. Dos iglesias y una torre campanario crean un notable  conjunto, pero  además se visitan algunas casas  campesinas, molinos y graneros  traídas de aldeas de la región.  Todo el conjunto conforma el Museo Estatal de Historia y Arquitectura así como  la Reserva Nacional Etnográfica de Kizhi..

 
Iglesia de la Intercesión de María. Kizhi. Foto EGE


La iglesia de la Transfiguración o Preobrashensky, la mayor de las dos,  fue construida en 1714, con madera y sin utilizar un solo clavo . Sus 22 cúpulas son un ejemplo de la enorme habilidad de los carpinteros rusos de aquella época. Sobre su planta octogonal se levantaron , en seis niveles, las 22 cúpulas bulbiformes que asombran al visitante.   En 1764, la iglesia de la Intercesión de Maria  o Pokrov, se erigió con la misma técnica. Junto a ellas, la torre- campanario octogonal de 27 metros de altura, fue levantada en 1874. Todo el conjunto de la Transfiguración fue declarado por la Unesco “ Patrimonio de la Humanidad"  en 1990.  

Esta iglesia  tiene una bella puerta de entrada en madera tallada, pero en estos momentos está cerrada a las visitas, en pleno proceso de restauración, sobre todo exterior.  También es famoso  su Cementerio, situado entre ambas iglesias. 

El paseo de dos horas por Kizhi es agradable, pues  saliendo del embarcadero ( por cierto ya rodeado de tiendas ) se accede en pocos minutos al conjunto citado. El templo de la Intercesión es visitable y tiene un bonito iconostasio.  Se prosigue visitando una casa campesina, también en madera, donde vivía la familia,  junto con los animales y los aperos del campo. Se destaca el rincón de la mujer ( la cocina )  y el lugar del marido, cada uno con sus funciones.   

El Molino y otra pequeña Capilla aumentan el encanto del conjunto. No se mueven las aspas pero si se oyen las campanas. Ante cada nuevo grupo de visitantes, del pequeño campanario se escuchan conciertos de carillon, como rezos de otras épocas. Todo es muy bucólico y único en su arte y su paisaje. Mientras el barco se alejaba  de la isla, las cúpulas doradas por el sol del mediodía parecían decirnos adiós.  



Tercera Singladura: De Kizhi a Goritzi 


Retornamos el camino, esta vez  hacia el sur, atravesando de nuevo el lago Onega. Durante un largo rato  el barco navega a toda máquina,  sin que podamos avistar las orillas. Se diría que estamos en medio del mar y el suave oleaje nos reafirma esa sensación. Al final de la tarde,   y entrando en el río Kovzha, navegamos ya por el Canal Volga-Báltico. Tras atravesar el Lago Bieloie, proseguimos hacia  Goritzi  


GORITZI
 

Goritzi. Monasterio de la Resurrección. Foto EGE


Al siguiente día , tras el desayuno, el barco llega a Goritzi, un típico y apacible pueblecito situado sobre la orilla izquierda  del río Sheksna,  uno de los afluentes del Volga, con un pequeño puerto donde atracan otros barcos como el nuestro. Allí nos espera  un autobús para desplazarnos hasta la ciudad de Kirilov, que está a unos 8 kilómetros del embarcadero y donde visitaremos el monasterio de San Cirilo. Es uno de los más antiguos monasterios de Rusia y uno de los centros de peregrinación más importantes de la religión ortodoxa, cuya imponente fortaleza se yergue a orillas de un   lago . En sus alrededores podemos admirar bucólicos paisajes de colinas, lagos, bosques y campos de labranza.

San Cirilo del Lago Blanco, ese es el nombre del monasterio,  se transformó en un importante centro religioso, económico y cultural del norte de Rusia y se enriqueció gracias a los donativos de los zares y príncipes rusos, así como del comercio y la artesanía. Se divide en tres partes principales: la más antigua es la del monasterio de la Dormición, donde se sitúan la catedral del mismo nombre y la mayor parte de las iglesias. La segunda es la denominada de San Juan Bautista. La tercera corresponde a la llamada “Villa Nueva”, que data de un periodo de fortificaciones en el que se erigieron las imponentes murallas, torres y almenas. Todo el conjunto fue transformado en  museo en 1924, aunque las murallas y otras zonas siguen en reconstrucción.

A finales del siglo XIV, Cirilo, archimandrita del Monasterio de San Simeón de Moscú, a la venerable edad de 60 años, abandonó su convent
o y se dirigió hacia el norte como le indicó la voz de la Virgen, para fundar allí un nuevo monasterio.

Goritzi. San Cirilo del Lago Blanco. Foto wikimedia.commons

Primero levantó cerca de lago dos pequeñas iglesias y posteriormente convirtió el monasterio en un centro de peregrinación. San Cirilo murió 30 años después de la fundación, que se había convertido no sólo en un lugar de culto, sino también en un centro de poder feudal que abarcaba innumerables tierras y pueblos.

El Monasterio siempre había gozado de privilegios por parte del poder de Moscú, convirtiéndose con el tiempo en uno de los más ricos del país. Una contribución importante a su poderío, la hizo Iván IV, el Terrible, que exiliaba a estas tierras a sus adversarios, boyardos y príncipes.

Actualmente a orilla del lago Síverskoye se extiende entera la ciudad medieval, ro­deada por murallas y torres, con un  monasterio en activo y con 11 iglesias de piedra restauradas y abiertas al culto.

Cuarta Singladura: de Goritzi a Uglich
 


Torre. Iglesia sumergida. Mar de Rybinsk

El Mar de Rybinsk


 Camino de nuestro próximo destino navegamos por el embalse artificial de Rybinsk, ambicioso proyecto durante cuya construcción, entre 1935 y 1941,  se inundaron 663 pueblos,   más de 4.000 hectáreas de tierras cultivadas y se desplazaron cerca de  150.000 personas.. A lo largo de la navegación, es posible observar campanarios de iglesias sumergidas, que emergen  por encima de las aguas,  mostrando  un aspecto extraño e inquietante.  Más de sesenta ríos vierten sus aguas a este embalse, que  debido a su amplia superficie junto a una profundidad de más de 5 metros,  recibe  el nombre de mar de Rybinsk.  Este inmenso lago artificial señala el comienzo del Canal Volga Báltico  e n dirección norte. En este tramos se cruzan bastantes esclusas, lo que supone un espectáculo adicional. En un corto espacio el barco asciende cerca de 100 metros atravesando seis esclusas.

UGLICH
 


El Volga en Uglich. Foto tripadvisor.com

Esta pequeña ciudad forma parte del “ Anillo de Oro” de las ciudades medievales que rodean la capital rusa;  está situada a orillas del Volga y a unos 100 Km al norte de Moscú. Llegando por el río, la vista es especialmente notable, con sus dos templos coloridos levantados sobre la orilla. Al desembarcar nos recibe una joven con “ el pan y la sal”  y durante el recorrido a pie de la ciudad, visitamos la fortaleza y la iglesia del príncipe Dimitri sobre la Sangre Derramada, construida en el mismo lugar en el que, según la leyenda, cayó mortalmente herido el hijo de Iván el Terrible.

La primera mención escrita de la ciudad pertenece al año 937. Su nombre tiene distintas explicaciones:  una señala que se parece a la palabra úgol, que significa "esquina", estando  la ciudad situada en un recodo  donde el río "dobla la esquina". Otra explicación sería que el nombre Úglich en ruso, recuerda a la palabra "carbón", pues  en la antigüedad aquí producían carbón vegetal,  quemando leña. La tercera hipótesis es que el nombre se parece al de la tribu de los eslavos que aquí habitaban en la antigüedad.

Muchos acontecimientos históricos del país están relacionados con la ciudad de Úglich. Hasta el siglo XII formaba parte del primer Estado Ruso, cuya capital era Kíev. En la época feudal perteneció al Principado de Rostov-Súsdal.


Bienvenida en Uglich con "el pan y la sal". Foto EGE
  
La época de su mayor esplendor económico se debió al comercio, porque el Volga  era una importante vía comercial.  En 1326 Iván I apodado Kalitá ("saco de dinero"), unió las tierras eslavas y Úglich formó parte del Principado de Moscú.

Creció su fama en 1591 al ser el lugar de la muerte del último hijo de Iván IV (el Terrible), el Príncipe Dimitri. Esta muerte abrió el camino al trono a Boris Godunov, yerno del Zar Feodor y Primer Ministro del país.


Tuvo su Kremlin, pero fue derribada su muralla. Los años 1930-40 fue un periodo de cierre masivo y demolición  de iglesias que en Uglich sumaban más de 15 , algunas de considerable valor artístico. En su lugar se levantaron empresas industriales, una central hidroeléctrica, las esclusas y una fábrica de relojes, cuya marca “Tchaika“, gaviota en ruso, es muy famosa en todo el páis. Existe una fábrica de mantequilla y quesos así como de agua mineral con el nombre de la ciudad.


Iglesia del  Príncipe Dimitri "Sobre la Sangre Derramada". Foto EGE

El camino hasta el barco es un pequeño mercado con puestos a ambos lados  y cosas realmente interesantes, incluidas las pieles. El barco retoma su curso hacia el sur, esta vez por el verdadero cauce del Volga.  
 
Esa noche, a bordo,  se celebró la  “Cena del Capitán “. Antes, esa misma tarde, tuvimos ocasión de conocer a la tripulación, visitando el Puente de Mando,  en la cubierta cuarta.   El capitán -  Sergei Tikchin -  nos explicó con detalle  el tema de los canales y las esclusas,  y la precisión con que el barco debe mantener su derrota por causa de la escasa profundidad en algunas zonas,  y las numerosas señales que marcan la ruta de navegación. También nos comentó que estos cruceros  se operan regularmente desde el año 2000 y hay varias compañías que los operan. 

Quinta singladura: de Uglich a Moscú



Moderna urbanización junto al Canal Volga Moscú, cerca de la capital. Foto EGE

 Desde Uglich navegamos en dirección este, al encuentro del Canal Volga  Moscú, que une el gran río ruso con la capital del país, para arribar  al destino final.  La navegación es entretenida,   atravesando  la primera esclusa poco despúes de zarpar de Uglich. Luego pasaremos 8 esclusas más. Ante nuestros ojos, conforme nos acercamos a Moscú,  las orillas se llenan de vida; conjuntos de viviendas de cierta calidad, marinas de yates, hoteles, palacetes, campos de golf,  y  diversas instalaciones animan esta periferia moscovita  Por fin llegamos a  nuestro destino.  

En artículos posteriores detallaremos los detalles técnicos de la navegación, la historia de los canales y las esclusas que hacen de este río una auténtica vía fluvial, sin parangón en el mundo. Hablaremos también de San Petersburgo y de Moscú, las dos ciudades rusas más importantes, su riqueza histórica y cultural, sus avatares, su realidad actual, etc.

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