martes, 9 de enero de 2018

Bulgaria, el País de las Rosas



Bulgaria produce el 85% del aceite de rosas del mundo


El pasado puente de la Constitución, que este año supuso una semana completa, visitamos Bulgaria con un grupo de 25 personas,  en un viaje organizado por la Asociación Española de Profesionales del Turismo AEPT/AEDH. El vuelo Madrid – Sofía lo efectuamos con  Bulgaria Air y código  compartido de Iberia.  Salimos de la Terminal 4 de Barajas a las 12:40 horas y en poco más de 3 horas y cuarto aterrizábamos en la capital búlgara.  Con la diferencia horaria de +1  eran las 5 de la tarde hora local. Y casi estaba ya anocheciendo. Tras unos trámites muy rápidos de recogida de equipajes y de entrada al país, nos esperaba nuestra guía, Gergana, una encantadora señora de amplia sonrisa y con un perfecto español. 

En poco más de media hora llegamos al que sería nuestro alojamiento durante toda la estancia en Bulgaria: el imponente Hotel Marinela. El edificio de 19 plantas ha sido renovado al completo  hace unos años  por Kisho Kurokawa,  famoso arquitecto japonés, discípulo del no menos famoso Kenzo Tange.  Ciertamente nos impresionó el inmenso vestíbulo totalmente decorado con adornos navideños de muy buen gusto. En los días de estancia fuimos conociendo todos los rincones del hotel, que eran muchos y muy curiosos. Visitamos también los jardines que lo rodeaban,  incluyendo obviamente un jardín  japonés con su correspondiente restaurante, uno más de los muchos que ofrece el hotel. Pero dejemos este tema y hablemos del país que íbamos a descubrir. 


Introducción a Bulgaria 



Mapa de situación y principales centros urbanos del país



Situado en el sureste de Europa, al norte de la Península Balcánica, Bulgaria es un país pequeño  de solo 110.912 kms cuadrados, donde habitan 10 millones de personas.  Su vecino del sur , Grecia es algo parecido en superficie y población, mientras que su vecino del norte, Rumanía le dobla en sendos parámetros. Ambas naciones vecinas, Bulgaria y Rumanía fueron los  últimos países admitidos como miembros de la Unión Europea el 1 de Enero de 2007

Sin duda este hecho les ha ayudado decisivamente puesto que en 1990 dejaron de pertenecer al bloque comunista de la Europa Oriental y por tanto de depender de Rusia, hasta entonces denominada como  URSS. Su nivel de vida no es alto, los precios son muy asequibles  y su vida tranquila nos recordó a la España de los años 1960 y 1970, sobre todo en el campo.  



Clima y Paisaje 



El Clima de Bulgaria es en general templado aunque por la época del viaje, mes de diciembre, hacia frío y hasta nos nevó dos días. El verano es caluroso y ello ayuda al turismo de playas.  Tiene 354 kms de costa sobre el Mar Negro con algunos lugares famosos y muy turísticos como son Varna y Burgas. 


Bulgaria es un país verde donde un 30% son llanuras. Estas planicies se ubican hacia el norte y hacia la costa. Quizás la más famosa de ellas sea el llamado Valle de las Rosas. También abundan las montañas aunque no de gran altura. Cerca de Sofía están las de Rila, a las que se unen los Ródopes que se extienden más hacia el suroeste. Los Balcanes, en el centro del país,  la atraviesan de lado a lado. En los Ródopes existen varias Estaciones de Esquí como la de Borovets, cerca de Rila, que tuvimos ocasión de visitar.


El Valle de las Rosas, región ​ situada al sur de los Balcanes, en el centro del país



Aunque el Medio Ambiente no se cuida especialmente, casi el 35% de la superficie se compone de bosques  y  dentro del territorio búlgaro  existen tres Parques Nacionales, once Parques Naturales y diecisiete Reservas de la Biosfera. El oso pardo y el chacal son los mamíferos más abundantes, mientras que el lince europeo, el águila imperial oriental y el visón europeo tienen poblaciones pequeñas, pero en crecimiento. 


Mapa de situación y relieve de Bulgaria



Casi toda la frontera del norte  la forma el río Danubio que, durante 500 kms,  separa Bulgaria de Rumanía. A pesar de ello las comunicaciones entre ambas orillas han sido muy escasas pues ambas naciones, durante la era comunista, vivieron prácticamente de espaldas. 


Al entrar en la U.E. las relaciones  han mejorado considerablemente y símbolo de ello es el  puente Vidin - Calafat,  sobre el Danubio,  que con 2 kms de longitud,  ha construido la empresa española F.C.C ., con ayuda europea y un valor de 225 millones de euros. Se levanta en el lado oeste del río,  no muy lejos de la triple frontera con Serbia. Este  puente, que entró en servicio en 2013, formará parte del Corredor Paneuropeo IV que enlazará Dresde (Alemania) con Estambul (Turquía). El Danubio tiene en esta zona un enorme caudal y anchura y por ello, este puente,  dará un gran servicio, incluido el ferroviario, a esta zona poco desarrollada de la Europa oriental. 


Un poco de historia



Toda la Península Balcánica es un cruce de civilizaciones. Por su suelo han pasado los griegos y los romanos, pero fueron los Tracios sus más antiguos pobladores, y levantaron miles de túmulos que escondían tesoros y templos de excepcional valor y belleza. Se dice que cualquiera que excave en suelo búlgaro puede encontrar un tesoro y los restos arqueológicos más antiguos de Europa. 


Los Tracios fueron los primeros metalúrgicos de Europa pues trabajaban el cobre hace 8.000 años en la mina más antigua del continente. Luego pasaron al hierro con el que fabricaban armas y diversos utensilios. Pero lo mejor han sido sus tesoros en oro puro que se exponen en el magnífico  Museo  Histórico de Sofía, del que hablaremos más adelante. 



  

Bulgaria, un país lleno de ruinas antiguas y monumentos



Tras los Tracios llegaron los Griegos;  la actual  ciudad búlgara de  Plodvid  era la antigua Filipópolis,  la ciudad  de Filipo, rey de Macedonia, y   padre de Alejandro Magno, que llegó a ser  rey de los griegos y forjador de un gran imperio. Más tarde el territorio fue ocupado por el Imperio Romano. Constantino el Grande eligió Serdica,  la actual Sofía, como primera capital cristiana y su religión como la oficial del imperio. 


Del Imperio Bizantino al Imperio Otomano



Fue en el siglo VII cuando llegaron y allí se establecieron los Búlgaros, relativamente más adelantados que los tracios y maestros en el combate a caballo. Asociados con los Eslavos que estaban al N. del Danubio,  consiguieron vencer al Imperio Bizantino y se instalaron en las tierras búlgaras. Esta ruptura siguió al Cisma de Oriente , es decir al no reconocimiento de Roma y el Papado. Nació así la Iglesia Cristiana Ortodoxa que seguía una liturgia católica y una arquitectura bizantina. 


En el año 863 San Cirilo y San Metodio, dos monjes y misioneros bizantinos de origen búlgaro, crearon el Alfabeto Cirílico, con base en la escritura griega antigua, con el fin de evangelizar a los pueblos eslavos. Hoy Bulgaria escribe en caracteres cirílicos, solamente con letras mayúsculas, lo que hace ardua su lectura amen de su traducción. Es un idioma realmente difícil  y el inglés no se conoce ni se usa demasiado. 


Con la caída de Bizancio, los Otomanos ó Turcos comenzaron su expansión hacia la península balcánica y más al norte. Hacia 1396 ya dominaban la actual Bulgaria donde permanecieron 500 años. Fue en 1878 cuando los rusos  ayudaron a los búlgaros a librarse de ellos, con la creación del Principado de Bulgaria,  lo que acrecentó el afecto que, aún hoy,  los búlgaros sienten hacia los rusos. 


Proceso de disolución del Imperio Otomano 1717-1923. Bulgaria comenzó su separación en 1878

La Independencia y el convulso siglo XX


Tras la liberación se empezó a forjar el nacionalismo búlgaro y la búsqueda de un posible rey, título que recayó en 1887 en el príncipe austriaco Fernando de Sajonia-Coburgo, que reinó con el nombre de Fernando I. Fue el 22 de septiembre de 1908, con el apoyo del emperador de Austria-Hungría, cuando Fernando I  proclamó en Tarnovo la independencia de Bulgaria y tomó el título de zar. 


El país se vio inmerso en las Guerras Balcánicas (1912-1913), que habría de enfrentarle primero con el Imperio Otomano y más tarde con sus vecinos Serbia, Grecia y Macedonia. La situación se complicaría aún más   durante la Primera Guerra Mundial, cuando el país se alió con las Potencias Centrales, Alemania y el Imperio Austro Húngaro,  perdedoras del conflicto. 


En 1918 Bulgaria firmó el Armisticio y el rey  abdicó en su hijo Boris III que en 1935 manifestó sus simpatías por Hitler. Ya avanzada la Segunda Guerra Mundial, en marzo de 1941, Bulgaria se hizo aliada de Alemania, y participó en el reparto de Yugoslavia y Grecia. Gracias a estas alianzas, Bulgaria obtuvo una gran parte de Macedonia, Tracia y algún territorio de Serbia. Sin embargo, a pesar de estos avances, Boris III se resistía a participar al lado de los alemanes en la guerra contra la URSS y sobre todo se negó a entregar a los judíos de Bulgaria – en su mayoría Sefarditas - a las autoridades nazis. En agosto de 1943  Boris III murió de repente - se cree que fue asesinado  – y le sucedió Simeón II su hijo de 6 años.  


Con el reparto de Europa al acabar la guerra, el país quedó tras el Telón de Acero, bajo control de la Unión Soviética y se instauró en 1946  la República Popular de Bulgaria,  cuyo régimen duró hasta 1990, tras la caída del muro de Berlín. 

Playas de Albena, en la costa del Mar Negro. Foto Boby Dimitrov. Wikimedia Commons



Desde el fin del régimen socialista el país ha atravesado años de gran inestabilidad política . Simeón II que vivía exiliado en Madrid,  regresó al país en 1996 y ganó las elecciones en 2001. Solo fue jefe de gobierno hasta 2005,  pero mantiene muchas  relaciones y bastantes negocios en el país,  donde recuperó un palacio de su familia para su residencia habitual. En Enero del 2007 ya dijimos que Bulgaria, junto con su vecina Rumanía, entraron a formar parte de la Unión Europea. Y esto ya es otra historia muy diferente.


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