miércoles, 11 de abril de 2018

Bulgaria IV. Las Joyas de Boyana en Sofia



La zona residencial de Boyana se encuentra a los pies del imponente Monte Vitosha



Durante una de nuestras jornadas en Sofia, nos fuimos a Boyana,  antigua aldea cercana a la capital y hoy una zona residencial en las faldas del Monte Vitosha, a unos 7 kms del centro de la ciudad. En ese distrito se encuentran dos de los mejores tesoros artísticos e históricos que alberga Sofia:  un Museo lleno de  riquezas, y una pequeña y humilde iglesia que alberga una de las joyas del arte medieval búlgaro.  

El Museo Nacional de Historia 


El Museo Nacional de Historia de Sofia ocupa la antigua residencia del Presidente de la República Popular de Bulgaria. Foto https://commons.wikimedia.org/ 


Aunque las obras maestras del arte búlgaro se pueden admirar en la Galería Nacional de Arte, ubicada en el edificio del antiguo Palacio Real, quizás la visita más interesante sea  la del Museo Nacional de Historia, uno de los más nutridos y  ricos de los Balcanes y el mayor de los museos búlgaros. 

El museo ocupa desde el año 2000,  la antigua residencia principal del último líder comunista Todor Zhivkov,  un impresionante edificio diseñado por el prestigioso arquitecto búlgaro Alexander Barov,  construido en 1974.  Es un inmenso rectángulo de dos plantas, elevado al fondo de una gran explanada de acceso y en un entorno de naturaleza boscosa. 

Ciertamente el museo está muy bien montado y su visita resulta  recomendable,  atractiva, aunque algo abrumadora por la cantidad y variedad de los fondos expuestos. El Museo Nacional de Historia, el más grande del país, posee cerca de 700.000 piezas de arqueología, bellas artes, historia y etnografía, aunque solamente están expuestas un 10 %. del total.. 

Presenta  la historia de las tierras búlgaras desde hace unos 8.000 años hasta nuestros días, incluyendo vestigios tracios, griegos, romanos, bizantinos,  medievales, otomanos,etc. Destacan sobre todo los maravillosos objetos de oro de los tracios, así como iconos y frescos que recuerdan la historia de la iglesia búlgara bajo los otomanos. 

El Tesoro tracio  de Panaguiurishte es una de las colecciones  más extraordinarias que guarda el Museo Nacional de Historia. Foto   By Nenko Lazarov - http://www.imagesfrombulgaria.com/v/Tcommons.wikimedia.org 


La exposición se articula en dos plantas ordenadas cronológicamente. En la primera  planta están las salas dedicadas a la Prehistoria, los tracios antiguos, griegos y romanos, la Bulgaria medieval y la Bulgaria en el periodo otomano. Quizás las mejores piezas de esta planta sean una  escultura de la Madre Tierra datada hacia el 6.500 a.C. que fue hallada en las afueras de Targovishte,  que solo tiene 14 cm. de alto pero es magnífica; y sobretodo el Tesoro de Panaguiurishte formado por bastantes piezas de oro puro, de la época tracia de los siglos IV y III a.C.  Otros vestigios de la misma cultura, procedentes de excavaciones recientes, incluyen magníficas muestras de los Tesoros de Valchitran, Dabene y  Rogozen  El montaje de las piezas es excelente y le acompañan explicaciones ( en búlgaro e inglés ) y numerosos mapas descriptivos de cada época. Recuerdo también en esta primera planta un impresionante fresco del  siglo XVII que representa el tema del Juicio Final.  

En la segunda planta se encuentran las salas dedicadas a la movida historia de Bulgaria tras la liberación de 1878, así como trajes típicos y artesanía,  y exposiciones temporales. Cosas interesantes para comprender mejor la historia contemporánea del país,  pero nada comparado a los tesoros anteriores.  

La Tienda del museo ofrecía valiosas reproducciones, desde joyas hasta los vasos tracios de gran valor decorativo.  

La Iglesia de San Nicolás y San Pantaleón de  Boyana 


La primitiva iglesia de San Nicolás y San Pantaleón de Boyana.  Foto Svilen Enev -  https://commons.wikimedia.org/ 


No muy lejos del Museo Nacional de Historia, se encuentra la Iglesia de Boyana, uno de los monumentos búlgaros incluidos en la lista de la UNESCO del Patrimonio de la Humanidad. 

Para llegar ascendemos por una estrecha carretera bordeada de  residencias y casitas de vacaciones, en la ladera del Monte Vitosha. En medio de  un parque arbolado,  se encuentra la pequeña iglesia de   San Nicolás y San Pantaleón;  sobria y sencilla en su exterior de piedra y ladrillo, las joyas están en su interior.  Fue construida en tres etapas: la  primera en el siglo XI,  la segunda en el siglo XIII y la tercera a mediados del siglo XIX. Esta última fase fue realizada para reforzar el exterior que estaba bastante deteriorado. 

La primera estancia, donde se recibe a los visitantes, carece de interés. El verdadero tesoro se encuentra en la segunda, con planta de cruz griega,  donde  paredes y techos están cubiertos de extraordinarias pinturas murales del siglo XIII. Los retratos de los frescos, realizados por maestros anónimos locales, muestran una calidad y un realismo inusual para su época.  Es uno de los pocos monumentos del arte cristiano medieval búlgaro, que han llegado hasta nuestros días.  

Pinturas murales. Interior de la Iglesia de Boyana.  FotoBy Interact-Bulgaria -https://commons.wikimedia.org/ 


Las grandes joyas del humilde templo son, por  tanto, las pinturas murales del año 1259, que reflejan los logros sobresalientes de la cultura búlgara medieval. Cada una de las 240 imágenes recreadas se caracterizan por su individualidad y valor artístico. Los retratos de los donantes, el "sebastocrátor"( gobernador) Kaloyan y su esposa Desislava, y el zar búlgaro Constantino  Asen Tij (que gobernó entre 1257 y 1277) y la zarina Irina de Nicea, son unas de las imágenes más antiguas conservadas de personajes históricos del país. 

Fresco de San Nicolás. Foto  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=265061


La iglesia fue cerrada al público en 1954 para ser restaurada. Fue reabierta parcialmente en 2006. Como medida de protección, se ha instalado aire acondicionado para mantener la temperatura a 17-18 grados   con una iluminación fría de baja intensidad. Los grupos de visitantes, nunca más de 10 personas al mismo tiempo,  pueden permanecer  un máximo de 15 minutos en el interior.   


La mañana finalizó en "Boyanska Hanche",  un agradable restaurante asador próximo a la iglesia. Un menú de temporada:  rica sopa de verduras con picatostes, excelente carne guisada y un pastel de postre nos reconfortaron  del frío aunque soleado día invernal. Una jornada memorable

No hay comentarios:

Publicar un comentario